viernes, 28 de febrero de 2014

Visión_ecosistema



La tercera parte de este proyecto es ver la relación ecosistémica de nuestra ruina y esto a su vez explicarlo en el  formato narrativo que ya hablamos en la entrada anterior.

Particularmente y desde mi ignorancia como principiante en este nuevo mundo que comenzamos hace ya casi 1 mes, yo pensé, ¡Estos solo quieren complicarnos la vida! pero no, al contrario, y es que como e dicho antes desde mi ignorancia, desconocía que precisamente eso nos iba a ayudar a abrir muchas preguntas sobre nuestra ruina y que nos ayudaría a completar este proyecto que cada día me sorprende mas.

Por su ubicación, Orihuela ya es rica en un ecosistema natural, gracias a esto la minería tubo una mayor repercusión en la ocupación romana. Ahí comenzó todo.

Esto desencadenó varios años después el comercio del mercurio y es donde aparece la economía
Este comercio ocupó y abarcó una gran demanda de mercurio superando a gran escala las minas de Orihuela quedando obsoletas.

Nuestras minas a día de hoy están volviendo a ocupar el lugar que merecen gracias a el interés recuperado por Orihuela (Ayuntamiento) para ser visitadas por todo aquel que desee.

Esto nos está indicando que el ecosistema desde varios punto de vista que rodea a estas minas es su historia, que es fundamental para entender por que han llegado al estado en el que están ahora. 











¿Por qué es una Ruina?

Entrada_minas
Horno_SantaMatílde

Casa_mineros














El primer paso ya esta hecho, ya tenemos Ruina.



El segundo paso es explicar porque es una ruina PARA MI, a partir de un formato narrativo que, por si solo será entendido por todos sin que yo tenga que hablar o intervenir para el entendimiento de esta.



Esta bastante claro que las minas y todo el conjunto de ellas (el horno y la casa de los mineros) son ya de por si una ruina a vista de todos.



Yo considero que es una ruina por el simple hecho de conocer la historia que contienen y saber sobre esta pequeña zona de Orihuela, que fue tan rica en tantas y diversas épocas y abarcó e implicó a tantos oriolanos, que por desgracia hemos dejado pasar desapercibida por mucho tiempo.

Os invito a conocer una pequeña gran historia de Orihuela.

Nos situamos: 


Orihuela en la ocupación romana, la minería cobró una mayor repercusión debido a la ubicación la de ciudad.


De las minas oriolanas los esclavos de los romanos extraían oro y cinabrio, este último para la obtención del bermellón (por su color rojo intenso) que lo utilizaban para la decoración de superficies de edificios y monumentos.

Tras el paso del imperio romano por nuestra ciudad, los árabes jugaron un papel muy importante en el desarrollo de la minería en general y de Orihuela en particular, la constante explotación de yacimientos desde los tiempos de los romanos y las nuevas mejoras de extracción, permitió que la tradición minera del pasado se prolongara y se mejorara.

Así, nuestra querida ciudad cobró una mayor relevancia debido a los adelantos importados por los musulmanes desde otros rincones del Islam.

El mercurio extraído de la sierra de San Miguel a partir de la calcinación de cinabrio, fue muy codiciado durante la Edad Media. Su utilización entre los alquimistas de Al-Ándalus era muy habitual para la fabricación de sustancias con fines medicinales como el yodo y la mercromina, destinadas sobre todo, a curar enfermedades cutáneas y venéreas.

La extracción artesanal de mercurio era muy laboriosa. Los árabes utilizaban unos hornos de cocción llamados xábecas en realidad no hay documentación que confirme este tipo de hornos en Orihuela, pero la constante e importación minera en la ciudad y los restos islámicos en la zona, apuntan a que, posiblemente, existió en el entorno de la sierra de San Miguel un horno de calcinación de tipo xábecas.

Estos hornos dejaron de utilizarse en el siglo XVII, cuando fueron sustituidos por los de tipo alúdeles, traidos a España en 1646 por Juan Antonio Bustamante. El proceso colonizador de América causó un gran impacto en el mundo de la minería. 

El auge del comercio de mercurio entre América y España, hizo que muchas ciudades como Orihuela aprovecharan el empuje del sector minero para relanzar su economía. Así, el 5 de marzo de 1.888 se inauguró el Horno de Santa Matilde en la ladera norte del castillo, con un coste de 30.400 pesetas, por la compañía minera Virgen del Carmen. 

El día de la inauguración, supuso un acontecimiento importante en la historia de Orihuela. A la presentación, asistieron las personas más distinguidas del momento. La celebración consistió en un acto religioso en el que además de participar la Iglesia y los propietarios y trabajadores de la sociedad minera, acudieron importantes políticos de la época y numerosos periodistas que inmortalizaron aquel día de euforia y champagne; todo ello acompañado por la banda de música municipal que tocó las más escogidas piezas de su repertorio, junto a un sofisticado decorado compuesto por banderas y gallardetes entre los asistentes.

Santa Matilde estuvo en funcionamiento durante doce años y en su corto espacio de vida, hubo quien incluso falleció como consecuencia de un desprendimiento en una de las galerías.

No se conocen todos los detalles del declive y la desaparición de la actividad minera en Orihuela, pero si existen pruebas que señalan que, a comienzos del siglo XX, la demanda de mercurio superó ampliamente la oferta dejando las instalaciones oriolanas obsoletas, lo que ocasionó una fuerte pérdida de competitividad. Además, la falta de combustible agravó más la situación, ya que para la conclusión del proceso de calcinación de cinabrio era necesario que el horno de alúdeles estuviera tres días funcionando, por lo que tuvieron que intervenir las autoridades locales prohibiendo a la población cualquier tipo de recogida de leña en los alrededores. Esto último, unido al aumento del nivel freático que inundó las galerías de la mina, obligó a la empresa alicantina a concluir su actividad.

A mediados de los años 60, hubo una empresa holandesa que se interesó por la recuperación de la actividad minera de Orihuela. Esta empresa quiso reabrir el complejo minero explotado años atrás por la compañía minera Virgen del Carmen. La gran veta de cinabrio, localizable gracias a la investigación desinteresada de uno de los vecinos de la barriada de San Antón, y el contacto personal con el futuro capataz de la compañía holandesa con el objetivo de desaguar la mina, ya que muchas de sus galerías estaban inundadas por el agua y había que transportarla hasta el azarbe de las fuentes en el palmeral, lo que imposibilitó su recuperación. 

Después del intento fallido de reabrir el complejo minero de San Antón, el horno de alúdeles y los más de 2000 años de historia de una de las minas de Orihuela se pierden en el tiempo, hasta que fueron redescubiertos por uno de los vecinos del mismo barrio en donde un siglo antes, la alegría y el clamor popular habían acompañado a la inauguración de uno de los dos hornos de alúdeles que se conservan en el mundo.

Esta reliquia de la tecnología, perdida en uno de los entornos más emblemáticos y a la vez, más abandonados de nuestra ciudad y de dejadez que a tenido esta parte de Orihuela probablemente intencionada, ha servido para preservar esta joya de la ingeniería que los oriolanos tenemos el gran privilegio de disfrutar.