Comenzamos
el curso con la siguiente idea y objetivo; Escoger una ruina personal, que nos
motivara a contar su historia e incluso poder transformarla con el paso del
cuatrimestre y relatar esa historia de manera muy personal, involucrándonos al
máximo en ella de tal manera que formáramos parte de ella. Segunda parte del
curso, unir y transformar dos proyectos completamente diferentes.
Mi ruina fue las minas de San Antón que hay en la sierra de San Miguel,
Orihuela. Traté sobretodo de conocer su larga historia y a partir de ahí relacionar
visión-ecosistema y que unía esta infraestructura tan antigua al pueblo de
Orihuela. Conocí una parte de estas minas verdaderamente interesante que no
solo podría llegar a interesar a los oriolanos, sino que también podría interesar
a mucha gente que no sepa de la existencia de estas. Digo esto porque estas
minas llevan consigo un horno de aludeles el cual solamente quedan dos en España
y es una verdadera ruina no saber de esto. Por esta misma cuestión el
ayuntamiento de Orihuela ha puesto en movimiento estas minas con el fin de
darlas a conocer a público. La primera parte del curso para mí fue esta,
conocer a fondo mis minas, todo lo que las rodeaba, tratar de hacer y contar a
través de un relato el cual la gente que no supiese NADA de estas entendiera de
que iba mi historia y el porqué de ser ahora una RUINA.
La segunda parte del curso fue unir dos proyectos (Ruinas) que no tenían nada que ver el uno con el otro, esa era la parte más difícil, a su vez teníamos que transformar cada proyecto siendo uno, sin ningún tipo de fantasía o irrealidad. La primera semana fue realmente complicada ya que estábamos (eso creíamos) más perdidos que al principio, pero comenzamos a poner en práctica todo lo aprendido en lo que llevábamos de curso y al final de unas primeras ideas, de unos primeros bocetos (storyboard) de muchas vueltas al final salió. Cuando le comentamos a Javi y a Sergi la idea de nuestra nueva historia, ambos se miraron y dijeron; ¡no os estáis dando cuenta de lo que acabáis de transformar! Pues si, nos emocionamos mucho ya que ese fue el comienzo de muchas y duras semanas de trabajo. “Creando Oxigeno” así fue nuestra transformación, de un árbol (proyecto de mi compañero) y unas minas (mi proyecto) creamos, diseñamos e inventamos un artefacto que nos conducía a lo más profundo de las minas, hasta donde no hay oxígeno, en el que dentro de él hay VIDA y OXIGENO. Sí, es lo que estáis pensando, ¿un árbol dentro de una mina?, Sí, este artefacto tiene luz propia para dar luz y calor al árbol, un sistema de riego, una ventilación y unos cristales transparentes que hacen no perder la visibilidad de lo que hay fuera y sobretodo y muy importante mantener y conservar el clima para el crecimiento del árbol. Así cumplimos una pequeña parte del comienzo de mi trabajo, ahora todo aquel que quiera visitar las minas de San Antón en Orihuela, ¡Puede!
